17.1.07

El particular ritmo del Mimo Dance


Aferrado a la peregrina idea de comparecer ante absolutamente todos los personajes destacados (según su vocabulario), el profeta Maremostro dedicó largos años de su vida a la búsqueda, en muchos casos infructuosa, de tales individuos por el sólo hecho de certificar sus pergaminos. Al margen de su afición por las predicciones y sus dictados de estilos de conducta.

Esta vez, el meeting fue con el Mimo Dance. Profesional del trascendentalismo y de la cultura paradelantista, el afamado ser fue objeto de largas cavilaciones por parte de Maremostro. Su duda, según se dijo, radicaba en el grado de importancia que le debía otorgar al encuentro. En breve, un relato pormenorizado de una reunión planeada pero de resultados inesperados...